miércoles, 29 de febrero de 2012
Entrevista a Jean Ziegler Ex Relator del Derecho a la Alimentación
Éric Toussaint
Rebelión
Traducido por Griselda Pinero
Entrevista a Jean Ziegler, ex relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación
1.- ¿Qué relación establece usted entre el endeudamiento de los países más industrializados y el hambre que atenaza una parte importante de la población africana?
Antes de responder a su pregunta, quisiera hablar de la extensión del desastre. La masacre anual de decenas de millones de seres humanos producida por el hambre es el escándalo de nuestro siglo. Cada cinco segundos muere de hambre un niño menor de 10 años, 37.000 personas mueren de hambre cada día y 1.000 millones, de los 7.000 que somos, quedan mutilados por la subalimentación permanente… y eso en un planeta que desborda riquezas.
El informe sobre la inseguridad alimentaria en el mundo elaborado por la FAO, que da las cifras de las víctimas, dice que la agricultura mundial en la etapa actual podría alimentar normalmente (2.200 calorías diarias por individuo adulto) a 12.000 millones de personas, o sea, casi el doble de la población mundial actual.
En el umbral de este nuevo milenio, por lo tanto no existe ninguna fatalidad, ninguna penuria objetiva. Un niño que muere de hambre cae asesinado.
Durante ocho años fui relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación. Este libro, Destruction massive. Géopolitique de la faim, es el relato de mis combates, de mis fracasos, de mis ocasionales y frágiles victorias y también de mis traiciones.
El problema de los que padecen hambre no es la disponibilidad general de alimentos en el planeta, sino su propio acceso a los alimentos, y esencialmente su falta de poder adquisitivo para comprarlos. El hambre estructural es la que mata cotidianamente debido a las fuerzas de producción insuficientemente desarrolladas en los campos del hemisferio sur. El hambre coyuntural, por el contrario, golpea cuando una economía se desploma bruscamente, a causa de una catástrofe climática o una guerra.
Vuelvo a su pregunta. La relación entre la deuda y la destrucción por el hambre es particularmente evidente en el combate contra el hambre coyuntural.
Entre 2008 y 2010, el Programa Alimentario Mundial perdió prácticamente la mitad de su presupuesto: era de 6.000 millones de dólares en 2008, y ahora es de 3.200 millones. Los Estados industriales se endeudaron masivamente para refinanciar a sus bancos… y han eliminado o reducido fuertemente sus contribuciones al PAM. Pero el PAM es el encargado de la ayuda alimentaria urgente en caso de catástrofe climática o de guerra.
En consecuencia, el Programa Alimentario Mundial no puede comprar alimentos suficientes para la ayuda urgente en caso de hambruna, como pasa ahora en el Cuerno de África, donde los funcionarios de la ONU rechazan todos los días la entrada de cientos de familias, refugiadas del hambre, en sus 17 campos de acogida instalados en la región. La deuda es responsable de la destrucción de miles de seres humanos.
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